LA VIVIENDA
Si bien existían viviendas más confortables o más humildes, la vivienda tipo estaba construida de ladrillo asentado en barro con techo de chapas de cinc. Se componía de una serie de habitaciones contiguas cada una con una puerta que las intercomunicaba y otra que daba hacia una amplia galería o corredor.
En un extremo d la galería se encontraba la cocina, que invariablemente se comunicaba con la despensa y en el otro una dependencia para baño cuyo uso era solamente para higienizarse. La despensa era una habitación fresca donde se
conservaban todos los productos elaborados para el consumo tales como quesos, dulces, vinos, pan casero, frutas, hortalizas, papas, moñatos (batata), conservas y muchos otros productos para la alimentación. Los "chorizos" (salame casero), se oreaban en "trancas", que consistían en un zarzo hecho de caña o varillas largas que pendían del techo de la cocina, pues el humo de leña mejoraba su su sabor.
La galería era el lugar de reunión de la familia o de las visitas donde se exhibían además las plantas o macetas o de "tarros" que la dueña de casa mostraba con orgullo. Apoyado en ésta se hallaba el parral, con una muy buena estructura que mostraba, en la época unos fragantes y apetitosos racimos de uva chinche o moscatel, con ellas se elaboraba el clásico vino casero, hacía dulce o se consumía directamente.
Todas las viviendas se encontraban rodeadas de una frondosa arboleda que daba frescura en el verano o protegía de los vientos en el invierno, entre ellos se destacaba al menos una o dos palmeras.
Detrás de la casa y a una cierta distancia estaba el retrete o escusado.
Un poco más lejos el galpón.
Éste consistía en una edificación, cercana a la casa, que se utilizaba como depósito o para proteger elementos que se deterioraban en la intemperie. Se almacenaban las bolsas con las cosechas hasta el momento de la venta, el maíz para alimento de aves y cerdos, lazos, arreos y monturas y todo otro elemento que sea menester...